Los docentes que trabajamos en centros de idiomas supeditados a universidades normalmente dictamos clases a alumnos de educación superior, ya sea en la misma casa de estudios o en otras similares. Como hemos visto en los artículos anteriores, existen métodos y estrategias que funcionan mejor dirigidas a determinadas edades o grupos. Hoy vamos a hablar de los alumnos universitarios.
La clave radica en motivar, interesar y alentar a los alumnos a expresar sus intereses en otro idioma. Si nos intimida un poco el hecho de instruir a estudiantes muy bien preparados académicamente, nos debe tranquilizar el hecho que les estamos enseñando a expresarse en un idioma extranjero y no evaluando el conocimiento sobre sus carreras. Sin embargo, dicho conocimiento es un aliado para nosotros, porque normalmente es el punto de partida para iniciar una conversación, aprender cómo ellos solucionan problemas desde un punto de vista multidisciplinar y conocer su forma de razonar.
Como en todos los casos, es imprescindible crear una conexión entre los alumnos y el docente. Para lograrlo en este escenario, debe tener en cuenta lo siguiente:
- Hay que presentarles el contenido de la clase de forma organizada.
- Verifique la comprensión de los temas con frecuencia; no temamos hacer preguntas, realice encuestas breves, pida a los alumnos que resuman lo que acabamos de exponer, que repitan las instrucciones dadas, entre otros.
- Monitorear el tiempo de cada actividad es importante; tan importante como planificarla y comprobar su eficacia.
- Este punto es útil para cualquier grupo: es necesario mantener un ritmo activo y tener varios recursos interactivos a la mano (yo lo llamo Plan A,B,C y D, si es necesario).
- No debemos olvidar identificar el perfil de nuestros estudiantes: sus preferencias, sus saberes, sus metas y por qué no, sus preocupaciones o temores.
A los alumnos de educación superior les agrada aprender de alguien que esté, por lo menos, tan bien preparado como ellos; alguien que pueda entender sus conversaciones, que pueda pedirles su opinión sobre temas de su especialidad, que valore sus aportes en clase y esté bien informado sobre temas de actualidad (incluyendo también temas de cultura con c minúscula).
Comparto con ustedes una lista de temas muy útiles para ser usados en debates o en actividades comunicativas grupales: https://medicoplus.com/ciencia/temas-para-exponer. Son 28 temas que permiten reforzar las habilidades blandas de los estudiantes; ayudarlos a ser razonables y empáticos también. Un tipo de aprendizaje que estos alumnos asimismo disfrutan es el aprendizaje por tareas; tratemos de dosificar las lecciones y que se puedan lograr sus objetivos en el transcurso de la sesión, o de la unidad como máximo.
Finalmente, debemos recordar que un alumno de educación superior tiene ya una carga académica diaria; recargarlos de trabajos y tareas no es muy razonable, pero si optimizar el tiempo que dura la clase. Por otra parte, cada institución tiene sus estándares de calidad y exigencia; si ellos han decidido ser parte de la nuestra, ya estamos alineados para conseguir los mismos objetivos. Finalmente, no hay mejor recompensa para un docente que cuando los alumnos le comentan): “Mi clase de inglés es mi tiempo de disiparme y distraerme; aprendo casi sin darme cuenta y el tiempo se pasa volando”. ¡Qué mejor manera de confirmar que estamos caminando en la dirección correcta!