La presente serie de artículos inició con una pregunta ciertamente compleja ¿Por qué, en tiempos de cuarentena, el esfuerzo docente pasa desapercibido? Indudablemente, no es la vocación docente la que está siendo cuestionada, sino la percepción que se tiene del trabajo de los profesores como líderes pedagógicos. En el presente artículo señalaré las razones por las cuales las instituciones educativas y la sociedad en conjunto deberían preocuparse por iniciar una verdadera promoción de docentes líderes en el contexto actual.
¿Por qué los docentes no desarrollan al máximo sus habilidades de liderazgo?
Por un lado, las instituciones tienen un alto grado de responsabilidad, puesto que los esfuerzos por promover líderes pedagógicos críticos de su realidad parecen ser cada vez más acciones del pasado. Si la institución no contempla espacios para la autocrítica y la acción, el docente muy probablemente no encontrará eco en sus intenciones de realizar cambios significativos por el bien de sus estudiantes.
Por otro lado, muchos padres de familia podrían estar influenciados por la idea de que la educación es un servicio como cualquier otro, y que el docente es responsable de lo que se brinda. Cuando nos sentimos mal de salud física, consultamos con un médico y muy pocas veces cuestionamos sus indicaciones. Por el contrario, cuando los docentes, quienes comparten muchas horas al día con los estudiantes, sugieren cambios en los métodos de estudio, su criterio pedagógico es criticado con severidad. Esto se explica por la situación de la profesión docente: carece de reconocimiento social.
Adicionalmente, el docente también tiene un cierto grado de responsabilidad en esta discordancia. El agotamiento propio de la adaptación a una cambiante modalidad de trabajo y la fatigosa carga administrativa, además del sentimiento de resignación a que su labor sea poco valorada, generan un sentimiento de insatisfacción que puede traducirse en indiferencia y conformismo con un papel secundario consistente en adoptar un rol pasivo: esperar a que se le indique lo que debe hacer y cómo hacerlo. El docente líder que cuestiona y propone nuevas soluciones se va diluyendo lentamente en el deseo de cumplir con todo.
¿Cómo formar docentes líderes en tiempos de crisis?
1. Fomentar el desarrollo continuo de habilidades digitales
El uso de plataformas digitales debe mantenerse y no restringirse al presente período de cuarentena. Su utilidad ha sido reconocida por la UNESCO, que señala que el aprendizaje en línea debe formar parte de los programas de formación de todo tipo.
En el caso particular del aprendizaje de lenguas, el principal argumento en favor del uso de plataformas digitales complementarias es que brindan a los estudiantes la oportunidad de maximizar su exposición al idioma e incrementar progresivamente su aprendizaje autónomo. Por ello dichas plataformas deberían haber sido parte cotidiana del aprendizaje desde mucho antes de la pandemia. Además, los docentes en general deberían estar familiarizados con los aspectos básicos del funcionamiento de las herramientas digitales, de modo que su trabajo presencial pudiera haber estado siendo complementado con estos recursos, particularmente cuando se trataba de tareas en las que se requería un seguimiento más cercano, como la producción escrita. En este caso en particular, se puede destacar sitios web como Grammarly o Cambridge Write and Improve; su principal ventaja es que pueden enfocarse en aspectos más mecánicos de la redacción (gramática, ortografía o vocabulario) mientras que el docente puede ofrecer retroalimentación en aspectos que suelen recibir menos atención pese a su importancia, como coherencia, cohesión o contenido.
2. Reforzar el trabajo en equipo
Un aliado que pasó desapercibido, pero ahora retoma protagonismo, es el coordinador de área. En términos ideales, se considera que el coordinador de área sea un docente con vasta experiencia, excelentes habilidades de comunicación para liderar un equipo de docentes y promover cambios significativos en beneficio de los estudiantes. Sin embargo, muchas veces este rol queda limitado a reunir documentos, cumplir con los lineamientos del Ministerio u otra entidad fiscalizadora. ¿Dónde queda espacio para que promueva el trabajo en equipo teniendo en cuenta las circunstancias particulares del confinamiento? Esta es una oportunidad importante para que el coordinador dé el ejemplo de cómo asumir el liderazgo en una época de crisis, que diseñe y ejecute junto a su equipo planes de contingencia en estas situaciones. El coordinador puede y debe impulsar el trabajo de aterrizar contenidos al contexto de la COVID-19 y, de estamanera, contar con un equipo sólido de profesionales que promuevan el desarrollo de competencias transversales.
3. Apoyar al docente como formador de futuros líderes
En el contexto de la crisis sanitaria actual, lafigura del docente cobra una importancia vital. Su labor es fundamental para guiar seres humanos que están en la misma situación de confinamiento. Una clase puede convertirse en el momento del día principal para un estudiante; las tareas pueden llegar a ser el estímulo que necesita para percibir el propósito de su día a día. Si el docente se siente lo suficientemente seguro y consciente de su rol transformador, podrá orientar a los estudiantes a su cargo para que tomen el control de su vida y su tiempo: recursos que damos por sentados y no necesariamente sabemos manejar bien. El docente debería tener un rol multiplicador, si él es ejemplo e inspiración para sus estudiantes, éstos también tendrán un modelo de líder en una época complicada. Por ejemplo, una situación clave en la cual se debe demostrar liderazgo es cuando surgen problemas con alguna herramienta tecnológica; la actitud y manera de actuar del docente podrán servir de referencia sobre cómo reaccionar frente ante situaciones imprevistas cuando se está a cargo de un grupo humano y reflexionar acerca de la idea que todos estamos en un nuevo proceso de adaptación por lo cual la empatía con el otro es necesaria. Esta noción concuerda con lo que sostiene el Foro Económico Mundial, la idea de que las instituciones educativas tienen una oportunidad valiosa al replicar el compromiso ciudadano que se está evidenciando en esta crisis y así finalmente construir un puente con el mundo exterior.
Referencias:
Rethinking Education Post-Coronavirus: Lessons from Spain to Avoid Widening the Socioeconomic Achievement Gap
What universities can learn about citizenship in the COVID-19 pandemic
https://www.weforum.org/agenda/2020/05/learn-citizenship-covid19-pandemic/
¿Me considero un líder pedagógico?
Quizá estas preguntas nos pueden ayudar a reflexionar acerca de este tan importante rol que hoy desempeñamos.
- ¿Me gusta trabajar en equipo?
- ¿Me siento cómodo frente a la tecnología?
- ¿Veo con optimismo la transición a la enseñanza en línea?
- ¿Estoy consciente de que mis estudiantes podrían estar más familiarizados con las nuevas tecnologías? ¿Qué me genera esto? ¿Lo veo como una oportunidad de aprendizaje?
- ¿Demuestro con mis acciones y actitudes que puedo liderar un grupo humano en épocas de crisis?
I really appreciate this pagué.
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