Uno de los temas más discutidos durante estas ya casi trece semanas de cuarentena, ha sido el de la enseñanza virtual, resaltando lamentablemente las limitaciones que este tipo de enseñanza posee. Sin embargo, en aras de poder hacer un análisis objetivo de los atributos y limitaciones de esta modalidad de enseñanza, vale la pena considerar el contexto en que esta variante se ha convertido en la única opción viable durante la crisis sanitaria.
Situación antes de la crisis: apertura a la innovación en la enseñanza a través del uso de recursos tecnológicos dentro y fuera del aula
En septiembre de 2010, hace diez años, se presentó el documento “Propuesta de Metas Educativas e Indicadores al 2021” elaborado por el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de Educación. El indicador número siete del mencionado escrito se refería a la medición del porcentaje de instituciones educativas públicas de Educación Básica Regular que contaban con recursos y contenidos TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) aplicados a la educación. En este indicador se contabilizaban aquellas escuelas públicas que contaran al menos con una computadora, conexión a internet y horas de clase en que se utilizaran TIC. https://www.peru.gob.pe/docs/PLANES/133/PLAN133 propuesta_de_Metas_Educativas_e_Indicadores_al_2021_2013.pdf.
Si hace una década la necesidad de emplear las herramientas propias de las TIC se estableció como objetivo para las escuelas públicas, cuanto más se esperaba un avance sostenido en las escuelas del sector privado capaces de disponer sus propios recursos económicos.
Sin embargo, poco fue lo avanzado en este sentido tanto en el sector educativo público como el privado. Si bien el recurso económico es un serio limitante en las escuelas públicas, ¿cuáles fueron los factores que le impidieron a las escuelas privadas implementar esquemas innovadores de educación acordes con los nuevos estilos de aprendizaje a través de un uso efectivo de las TIC?
Factores provenientes de la gestión de las escuelas
- Promoción insuficiente de la innovación educativa a través del empleo de nuevos modelos educativos capaces de responder a los estilos de aprendizaje propios de las nuevas generaciones.
- Tolerancia a la resistencia al cambio tanto en el área académica como en la administrativa.
- La inversión en recursos tecnológicos no fue priorizada en los planes de inversión.
Factores provenientes de la percepción docente:
- Una actitud desfavorable frente a las TIC, nutrida especialmente del desconocimiento de las mismas y de la creencia que el aprendizaje de su uso consumía demasiado tiempo y esfuerzo.
- Resistencia al cambio y por lo tanto a la experimentación, análisis e implementación de nuevas metodologías y técnicas pedagógicas.
- Inseguridad personal de los docentes durante el uso de los recursos tecnológicos debido en parte a la falta de capacitación en su uso de parte de la misma institución educativa.
Durante la crisis: la enseñanza virtual como única alternativa
Es importante describir el contexto en que se implementó la enseñanza virtual durante la crisis a fin de poder separar los factores circunstanciales y por ende ajenos a la modalidad en sí, de las posibilidades y limitaciones propias de esta forma de enseñanza. Listemos algunas de las características del contexto en que se implementó la enseñanza virtual:
- Un cambio repentino que llevó a una toma de decisiones confusa: Debido a las circunstancias, la opción por la opción virtual se tomó de manera abrupta y sin mayores indicaciones pedagógicas de cómo continuar el proceso de enseñanza. Tan es así que para muchos colegios el reemplazo de la instrucción presencial se preparaba para ser dado a través de fichas de autoestudio o elaboración de tareas y trabajos.
Recién al prolongarse el periodo de cuarentena las instituciones educativas empezaron a considerar el uso de plataformas, gratuitas o pagadas, para el dictado de clases.
- El conocimiento de las plataformas educativas o de comunicación por parte de directivos y del personal docente se fue consolidando con el transcurrir de las semanas. Al inicio de la crisis muy pocas instituciones educativas estaban familiarizadas con su uso.
- Se generó un sentimiento de agobio en los docentes al tener que emplear recursos tecnológicos con los cuales no estaban familiarizados. La necesidad de recibir capacitaciones en su uso de manera inmediata, así como el tener que elaborar materiales de trabajo que apoyaran el dictado virtual, ocasionó que los horarios de trabajo sobrepasaran las horas propias de una jornada laboral y los docentes vieron trastocadas sus rutinas propias de la organización de su vida personal y familiar.
- La escasa o nula experiencia de los alumnos en la enseñanza virtual y en el uso de recursos tecnológicos motivó un cambio en el rol de los padres de familia, quienes pasaron a ocupar el papel de asistentes, administradores de recursos tales como materiales y tiempo de estudio, así como el de tutores, a fin de asegurar el buen aprendizaje de los estudiantes.
- Ante el desconocimiento popular de las implicancias de la educación virtual se propagó la percepción de que en esta modalidad de enseñanza se requería menos esfuerzo por parte del docente que en la modalidad presencial.
Como puede apreciarse, todas las limitaciones atribuidas a la enseñanza virtual en el contexto particular que estamos viviendo, son ajenas a los principios, características y posibilidades que brinda esta manera de enseñanza. Corremos el riesgo, por lo tanto, de que las circunstancias que rodearon su implementación en el país nos impidan ver el potencial de esta modalidad. Más aún, tanto la enseñanza presencial como la virtual tienen atributos importantes y no sería correcto pensar que una opción es mejor que la otra. El entendimiento de las ventajas y posibilidades de cada una llevan fácilmente a la conclusión de que estas dos formas de enseñanza se complementan en un procedimiento que enriquece de manera notable el proceso de enseñanza-educativa, como se aprecia ya en la modalidad “blended” (combinación de sesiones presenciales con virtuales) una variante que conjuga adecuadamente lo mejor de cada tipo. Pero para que esto se dé, es necesario desterrar ideas equivocadas sobre la enseñanza virtual.
Consideraciones de la enseñanza virtual
- La modalidad virtual requiere ser entendida y analizada lejos de ideas prefabricadas. Un primer paso es comprender el potencial de la educación virtual para llegar a poblaciones remotas ubicadas lejos de escuelas y más aún de universidades. Sin embargo, aquí debemos considerar que la modalidad virtual no la debemos mirar únicamente a través de los lentes de las plataformas educativas, sean gratuitas o pagadas, sino principalmente a través del empleo de la televisión y de la radio.
- La educación virtual tiene su propia metodología y técnicas. No debemos poner como ideal que una sesión virtual sea “lo más parecido posible a una sesión presencial”. El docente debe ser capacitado en la metodología de la enseñanza virtual y no solamente en el uso de recursos digitales.
- Es necesario hacer un gran esfuerzo para desterrar una creencia común y dañina para el sistema educativo: que el aprendizaje virtual es más fácil que el presencial por el hecho de asumir que será menos demandante para el estudiante, quien por ende contará con más condescendencia, especialmente en lo que se refiere a las evaluaciones.
- Hay que tener claro que, en el caso de adultos, la modalidad virtual no es para todos los públicos. Este estilo de aprendizaje requiere de mucha disciplina y tener un enfoque personal en el logro de metas. Es una modalidad principalmente orientada al fortalecimiento de un aprendizaje autónomo.
La educación virtual enriquece la experiencia educativa del estudiante, pudiendo ser un complemento ideal para el aprendizaje logrado en la modalidad presencial. Actualmente la realidad virtual ofrece recursos como presentaciones en 3D, lo que, aunados a todos los avances de la inteligencia artificial, renovará en las jóvenes y futuras generaciones el gusto por el aprendizaje.
Un camino equivocado a seguir es el asumir que apenas volvamos a la “nueva normalidad”, la enseñanza virtual será desactivada. Si esto ocurre, lo poco o lo mucho que se ha aprendido será en vano e impediría el perfeccionamiento de una modalidad de enseñanza capaz de llegar a poblaciones remotas de nuestro país. Con respecto a la educación escolar presencial, el complemento virtual ayudará al logro de uno de los principales objetivos del proceso de enseñanza-aprendizaje: que la instrucción se continúe dando fuera del aula, y mejor aún, que este adiestramiento tenga como marco a todo el país y al mundo, brindando a los alumnos la posibilidad de desarrollar amplitud de criterio. Quizá así, en la próxima crisis que su futuro les depare afrontar, no sufrirán de tanto desconcierto.
Buenos días,
A pesar de la situación complicada que viven muchos por las circunstancias de la pandemia, las Instituciones educativas están tratando de adaptarse al momento que vivimos. Muy bien comentando en el artículo, no se podrá dejar de lado ese tipo de enseñanza en el futuro. Nosotros, profesores, estamos y seguiremos adaptándonos y tratando de ofrecer nuestro mejor esfuerzo para un aprendizaje de calidad. El soporte metodológico de las Instituciones junto al interés personal de búsqueda de conocimiento de cada docente será fundamental para el éxito de todos.
Me gusta este artículo porque explica de manera clara lo que docentes y estudiantes hemos vivido en estas semanas debido a la pandemia que nos está atacando a nivel mundial, además porque se enfoca en analizar el contexto peruano. La enseñanza virtual y presencial tienen atributos importantes de los cuales ahora mucho nos damos cuenta y valoramos. Completamente de acuerdo en que lo avanzado hasta ahora en cuanto a la enseñanza virtual debe continuar desarrollándose y que nuevas propuestas pedagógicas refuercen lo avanzado hasta ahora, al margen de cuan pronto se regrese a la enseñanza presencial.
Completamente de acuerdo, la enseñanaza virtual trae consigo la posiblilidad de cruzar fronteras de manera inmediata, compartir nuestra aula con alumnos a los que, antes de la emergencia sanitaria, no hubiéramos considerado en nuestros proyectos a corto plazo. Estos alumnos han identficado esta oportunidad también, pues cada vez son más los interesados en participar de las distintas alternativas educativas a distancia, ya que a pesar de vivir en zonas alejadas, han encontrado en esta coyuntura una oportunidad para acceder a servicios educativos que, hasta hace poco, consideraban lejanos.
Un saludo cordial a todos. En definitiva, la modalidad presencial, la semipresencial y la remota presentan sus propias características y ninguna es mejor que la otra, pues se complementan entre sí. La crisis sanitaria actual y el consecuente aislamiento social obligatorio son una oportunidad que los docentes tenemos para reinventarnos y explorar los distintos Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA), diseñados con la finalidad de enriquecer el aprendizaje a través de herramientas colaborativas. Desde luego, en las circunstancias actuales, el docente se ha visto en la necesidad de explorar entornos virtuales diversos en búsqueda de plataformas flexibles que permitan adaptarse a las necesidades de los estudiantes y los docentes.
Es ahora que el alumno cumple un rol protagónico en su propio aprendizaje y deja de ser un agente pasivo del conocimiento. Es ahora que el alumno construye sus propios saberes a través del descubrimiento y la indagación, con muy poca ayuda del docente. Es en esta coyuntura que debemos cambiar nuestra postura frente al proceso de enseñanza-aprendizaje y generar conciencia y reflexión sobre estos temas en la comunidad educativa.
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