Jugar: la Forma Natural de Aprender

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Al margen de la materia, los niños siempre aprenden a través del juego. Muchas veces nos habremos preguntado ¿cuál es la mejor edad para que los niños aprendan una lengua extrajera? (principalmente inglés) y muchas veces también esta interrogante ha generado más dudas, tales como si debemos hablarle en inglés a los niños en casa, si deben ver los dibujos animados en una lengua extranjera o si sólo deben escuchar música en inglés. Lo único comprobado es que los niños no tienen una mejor estrategia para aprender que a través del juego. A continuación, analizaremos cómo el juego también promueve el desarrollo socioemocional en las diversas esferas del aprendizaje de una lengua adicional.

El desafío del juego en clases sincrónicas

No sólo el uso de plataformas interactivas, sino también llevar el ‘juego tradicional’ a clases virtuales, puede convertirse en un gran reto para los docentes. Se estima que la gran desventaja de las clases en línea es la dificultad de interacción y la casi ausencia de comunicación no verbal, estrategias fundamentales para el aprendizaje de una lengua. Sin embargo, existen diversas opciones que pueden replantear este escenario. La estrategia con la que los estudiantes se encuentran más familiarizados es con el juego, pues éste no sólo tiene lugar en un aula de clase, sino que forma parte de la cotidianidad de todo niño. Desde encender y apagar las cámaras y   micrófonos hasta el uso de realia (What are you having for lunch today?; What’s your favourite part of the house?) el juego puede convertirse en el mejor aliado para no perder la motivación durante clases y sobre todo desarrollar sesiones verdaderamente comunicativas.

Retomar el juego en la presencialidad

Sin lugar a duda el retorno a la presencialidad puede generar muchos retos a nivel de interacción entre los niños, pues en alrededor de dos años no se ha desarrollado espacios de socialización física. Una gran estrategia para promover nuevamente la socialización de lo que sentimos, pensamos que es el juego, pues nos facilita expresar lo que a veces no podemos relatar con palabras. En el caso del curso de inglés, el juego se hace evidente a través de contar historias cortas, desarrollar canciones y juegos de roles. Estas actividades invitan a que el niño no sólo se aproxime más al desarrollo de una lengua adicional sino también propician el contexto ideal para la interacción natural. Asimismo, es ventajoso que el docente de lenguas extranjeras promueva también desde su curso el jugar en espacios abiertos; la actividad física no tiene porqué ser restringida únicamente al curso de Educación Física o a los recreos, sino que también se puede impulsar esta estrategia desde las diversas materias.

El juego en todos los escenarios

¿Por qué el juego es vital en el desarrollo de los niños? Porque está en su naturaleza investigar y aprender jugando. El juego beneficia la interacción y ayuda a explorar las diversas emociones. Asimismo, el juego permite que los más pequeños desarrollen conceptos y habilidades en general. Proporcionar más tiempo y más espacio para el juego, tal vez a través de ‘tareas’ o proyectos que involucren jugar en casa con la familia, es una manera sencilla pero muy significativa de generar aprendizaje. Una actividad que siempre es propicia consiste en recrear historias, que pueden ser cortas o más extensas, según el ambiente, y los padres pueden personificar personajes secundarios, mientras que los niños asumen los principales. Incluso pueden grabar las historias y luego compartirlas como evidencias en plataformas de la escuela. Si tenemos en cuenta que el niño está aprendiendo a comunicarse en una lengua adicional, abordemos nuevamente la definición más amplia de comunicación y generemos más espacios lúdicos para la expresión.

Ahora es tu turno.

¿El juego promueve el desarrollo del aprendizaje en tu aula de inglés? ¿Cómo? Comparte aquí algunas experiencias.

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