La Piedra Filosofal no es Electrónica

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La Piedra Filosofal no es Electrónica
La Piedra Filosofal no es Electrónica

En artículos anteriores hemos dado orientaciones y consejos para lograr los mejores resultados con la enseñanza a distancia e incluso hemos ensalzado las virtudes de este sistema al tiempo que hemos lamentado que no se haya aprovechado mayormente hasta ahora, especialmente teniendo una geografía tan complicada como la peruana. Sin embargo, estamos muy conscientes de que tampoco es la panacea que va a remediar todos los males de la educación en nuestro país.

En las actuales circunstancias se ha tornado en la única manera de difundir la instrucción al gran conglomerado estudiantil. E incluso ha habido voces que han afirmado que las cosas en el futuro no deberán volver a lo que llamábamos normalidad. Si con esto quieren decir usar los medios electrónicos para llegar a donde no hay acceso o para complementar el proceso educativo, lo aplaudimos. Pero si se trata de reemplazar la educación presencial con la virtual, nos vemos en la necesidad de expresar nuestro profundo desacuerdo.

En primer lugar, mencionaremos algunos contratiempos del aprendizaje virtual o electrónico.

  1. A diferencia del sistema educativo tradicional, donde los estudiantes tienen que cumplir con mayores reglas y regulaciones más estrictas, la educación en línea no impone semejantes barreras. Con frecuencia se descubre que los estudiantes en lugar de compendiar información sobre sus cursos, navegan por la red con otros intereses que los atraen. Los estudiantes que tienen flojera de llevar una vida estudiantil disciplinada, a menudo eligen la educación en línea para poder pasarse bien el rato mientras estudian. A los estudiantes a veces se les da libertad indebida.
  2. El internet tiene de todo y está diseñado para atraer la atención del usuario (al que se llama “navegante”). Su pertinacia llega al extremo de guardar en su memoria qué es lo que llama nuestra atención para tentarnos precisamente con eso.
  3. Muchos estudiantes que acceden a internet con el manifiesto propósito de estudiar, no utilizan sus bondades necesariamente para su enriquecimiento intelectual. Los riesgos de la educación virtual residen en el hecho de que los estudiantes se están volviendo adictos a las computadoras y se están aislando lentamente de la sociedad.
  4. Es frecuente descubrir que un estudiante pasa muchas horas frente a su computadora tratando de enfocarse en aquellos temas que atraen su mente juvenil e inmadura. Como no tiene la presión directa del maestro, da muchas cosas por sentadas y se centra en otros temas divagantes.
  5. Frecuentemente, aunque los estudiantes se esfuercen por aprender de la educación en línea, tienden a inclinarse más por la vida ocupada y a no darle toda la atención.
  6. Es una tendencia común entre los estudiantes que optan por la educación en línea, eludir su contacto regular con los materiales del curso, y no aprovechar la oportunidad de escuchar las preguntas y discusiones de los otros estudiantes.
  7. Si bien es verdad que existen universidades que no reúnen los requisitos necesarios y no ofrecen garantías de formar profesionales idóneos, y que la SUNEDU está buscando eliminar, es mucho más fácil para ellas crear instituciones educativas en línea que ofrecen lo que no son capaces de brindar.

Pero estos sólo son algunos de los problemas menores. En realidad, hay un trasfondo mucho más serio.

Un caso de alumnos frustrados

Noriko Hara y Rob Kling presentan un artículo que titularon Las Frustraciones de los Alumnos en un curso de Educación a Distancia Basada en la Web en un estudio de un caso cualitativo en una importante universidad de EE.UU. A través de entrevistas y observaciones se traslucieron las frustraciones de los alumnos que estaban tomando el curso, al parecer provenientes de dos vertientes: En primer lugar, estaban los problemas tecnológicos; los estudiantes sin acceso a soporte técnico estaban especialmente frustrados. Los alumnos cuyas habilidades informáticas eran inadecuadas, también enfrentaron problemas tecnológicos persistentes. En segundo lugar, había problemas con el contenido del curso y en el manejo de las comunicaciones de la docente con sus estudiantes. Los educandos estaban frustrados por la falta de comentarios inmediatos de la profesora y las instrucciones ambiguas en la Web y por correo electrónico no lograban clarificar las dudas ni calmar la ansiedad de los estudiantes. La docente no tenía noción del problema. Y se trataba de una persona calificada.

Esto sólo constituye un caso, pero los autores destacan que este tipo de sucesos, que no son aislados, no figuran en la literatura. “Muchos defensores de la educación a distancia mediada por la computadora enfatizan sus aspectos positivos y subestiman el tipo de trabajo que requiere para los estudiantes y el profesorado”. Lo consideran un tema tabú. Además, los autores piensan que las dificultades de los estudiantes entorpecieron sus posibilidades educativas.

“En este estudio, las frustraciones de los estudiantes se encontraron en tres fuentes interrelacionadas: falta de comentarios rápidos, instrucciones ambiguas en la Web y problemas técnicos. Se concluye que estas frustraciones inhibieron las oportunidades educativas. Este estudio de caso ilustra algunas perspectivas de los estudiantes y llama la atención sobre algunos problemas fundamentales que podrían hacer que la educación a distancia sea una experiencia de aprendizaje más satisfactoria”, concluyeron.

Es necesario mencionar que la mayor parte de los artículos sobre educación a distancia enfatizan sus aspectos positivos (por ejemplo, Barnard, 1997; Harasim, 1993; Yakimovicz y Murphy, 1995). Solo unos pocos académicos (por ejemplo, Bromley y Apple, 1998; Jaffee, 1998; Wegerif, 1998) exploran inconvenientes importantes y complicaciones generalizadas. Cuando un campo es joven es quizás admisible fantasear sobre el futuro porque estas discusiones pueden impulsar la empresa hacia adelante. Es indudable que la educación a distancia tiene un gran potencial para proporcionar entornos ricos para los estudiantes; sin embargo, como la historia nos ha enseñado, las nuevas tecnologías no son una panacea.

Los autores nos dicen que es hora de considerar seriamente las experiencias reales entre los estudiantes en los cursos de educación a distancia y analizar críticamente los fenómenos de la educación a distancia. Como dice Bates (1994), “es una suposición relativamente no probada que las tecnologías avanzadas, …, son pedagógicamente más efectivas que las tecnologías más antiguas” (p. 1577). También surge la interrogante de si la tecnología puede mejorar la pedagogía con facilidad. Clark (1983; 1994) planteó, durante más de una década la incógnita de si los medios propician o no un mejor aprendizaje.

No se ha considerado suficientemente hasta qué punto los docentes pueden necesitar desarrollar nuevas pedagogías, así como diferentes enfoques para administrar sus cursos en línea. R, Kling nos recuerda que la educación en línea de alta calidad no es barata ni fácil. La llama “utopismo tecnológico” (Kling, 1994). Necesitamos investigaciones encaminadas a descubrir cómo el uso apropiado de la tecnología y la pedagogía puede hacer que la educación a distancia sea más beneficiosa para los estudiantes.

La frustración de un profesor

Nuccio Ordine, filósofo y profesor de la Universidad de Calabria, uno de los pensadores más respetados de Italia, dice que el contacto con los alumnos en el aula es lo único que puede dar verdadero sentido a la enseñanza e incluso a la propia vida del docente.

No concibe las clases, exámenes y graduaciones a través de una fría pantalla. Reclama los ritos que han dado vida y alegría a su oficio desde hace decenios. “¡Cómo leer un texto clásico sin mirar a los ojos de mis estudiantes, sin reconocer en sus rostros los mohines de desaprobación o los gestos de complicidad!”, exclama. Cauciona que los estudiantes no son recipientes para ser llenados con nociones, que son seres humanos que necesitan, como los profesores, dialogar, interactuar y reconocerse en la experiencia vital de estar juntos para aprender.

Afirma que a los jóvenes no se les pide ya que estudien para mejorar, para hacer del conocimiento un instrumento de libertad, de crítica, de compromiso civil, sino se les pide que estudien para aprender un oficio y ganar dinero. Añade que se ha perdido la idea de la escuela y la universidad como una comunidad en la que se forman los futuros ciudadanos que podrán ejercer su profesión con una fuerte convicción ética y un profundo sentido de la solidaridad humana y del bien común.

Concluye: “Estamos olvidando que sin la vida comunitaria, sin los rituales que regulan los encuentros entre profesores y alumnos en las aulas, no puede haber ni transmisión del saber, ni formación auténtica. Ninguna plataforma digital puede cambiar la vida de un estudiante. Sólo los buenos profesores pueden hacerlo”.

Al margen de la situación actual, que la convierte en la única opción, ¿podemos preguntarnos si es la enseñanza virtual, despersonalizada y sin contacto, el reflejo de la posmodernidad? Vivimos en un mundo fraccionado, imposible de juntar en un solo prisma, donde la estética y la ética quedan separados.  Educar va más allá de adquirir sólo conocimientos, sino que es preparar a los individuos para ser capaces de desenvolverse en su entorno de manera consciente, a través del autoconocimiento y el manejo de sus emociones. Requerimos una educación que haga que conectemos con nuestra sabiduría interior, nuestro poder y que nos haga creer y confiar en nosotros mismos.

¿Será posible que las instituciones educativas preserven y promuevan su filosofía educacional a través de clases virtuales? La filosofía educativa de las instituciones es impartida no solamente a través de los tutores y formadores, sino de prácticas, actividades, celebraciones, conversatorios, concursos, exposiciones, etc. ¿Cómo sería posible hacerlo a través de las clases virtuales? Simplemente mantener su paradigma pedagógico por este medio significa un enorme reto.

La verdadera educación

Evelyn Elorza, maestra chilena creadora de la asociación Cambiemos el mundo, cambiemos la educación, sentencia: “Necesitamos una pedagogía en la que podamos crear a lo largo de nuestra vida estudiantil capacidades para desenvolvernos en la sociedad de forma más humana, equilibrada y creativa; una enseñanza holística que promueva el desarrollo completo de individuos libres, pensantes, que poseen capacidades creativas necesarias para la vida práctica.

Una educación puramente virtual va contra la socialización, es una amenaza a la evolución humana. Por más que las mejores plataformas actuales permitan que los alumnos dialoguen con el profesor y también entre ellos, jamás será lo mismo que conversar estando reunidos. Todas las habilidades humanas se desarrollan a través del lenguaje, como herramienta esencial de la interacción humana. Y la verdadera interacción es cara a cara. Las redes neuronales son codificadas por el lenguaje, en su uso tradicional, con el habla y escucha, voz gestos y lenguaje corporal que involucran a todos los sentidos de la comunicación. La interacción electrónica es sólo una imitación taxativa de esto.

Si pegas al ser humano en desarrollo a una computadora, lo que haces es crear una dependencia de las capacidades de la máquina, e impedir que el cerebro se desarrolle independientemente y el resultado lo ves hoy: los jóvenes no son nada sin un aparato electrónico en la mano; no tienen ni la capacidad de ser simpáticos, ni empáticos, ni reaccionar a los estímulos. Pero si les das un celular reaccionen con memes, stickers, emojis, y tienen mucho qué “interactuar”, pero solamente a través del artefacto. En la realidad se vuelven completamente incapaces.

Si seguimos la teoría evolutiva, eventualmente el cerebro iría involucionando, dejando a la computadora toda esa serie de funciones que reemplaza en los millenials y Generación Z. El único futuro de las TICs en la educación es ponerlas al servicio de la interacción comunicativa, de los procesos de aprendizaje participativo y de educación constructivista, y no hacer que el proceso pedagógico dependa de lo virtual.

Actualmente se desarrollan muchas herramientas de aprendizaje de alta tecnología que son útiles y espléndidas para que el profesor las use en el aula, pero no sirven para reemplazar al profesor ni mecanizar la educación.

Hay todo un sector económico que está interesado en que la educación virtual que omite al profesor se desarrolle, no porque esto juegue en favor de la educación, sino porque es un gran negocio en el que no hay necesidad de dar cuentas a nadie, como sí sucede con profesores, directores, escuelas y sistemas educativos. Pero esto no educa sino crea zombis.

No queremos decir con esto que la educación virtual tienda necesariamente a esto, ni nos referimos específicamente a este momento histórico, sino que en general necesitamos abrir bien los ojos. Los chicos son cada vez más pasivos y puramente reaccionan predeciblemente a estímulos. Reaccionan de una manera prefijada operando los controles de algún aparato, no de un modo espontáneo, sino como están programados a hacerlo. Mas si los despojas de los controles suelen comportarse completamente indiferentes, apáticos e indolentes.

Si la educación virtual ha llegado para quedarse, en buena hora; como un complemento muy útil de la presencial, pero complemento al fin.

¿Qué piensas tú de la educación virtual? ¿Es lo más moderno siempre lo mejor?

Referencias:
Bates, A.W., 1994. “Distance education, educational technology,” In: T. Husen and T.N.
Postlethwaite (editors). The International Encyclopedia of Education. Second edition.
Oxford: Elsevier Science, pp. 1573-1580)
Elorza, E. Julio 2015. Cambiemos el MUNDO, cambiemos la Educación,
https://cambiemoslaeducacion.wordpress.com/acerca-de/
Hara, Noriko y Rob Kling. Students’ Frustrations with a Web-Based Distance Education Course. https://firstmonday.org/article/view/710/620
Kling, R. 1994. “Reading “all about” computerization: How genre conventions shapnon-fiction social analysis,” The Information Society, volume 10, number 3, pp. 147-172)

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2 COMMENTS

  1. EXCELENTE ARTÍCULO…ESTOY DE ACUERDO …. EDUCACIÓN VIRTUAL…. DEBE SER UN COMPLEMENTO PARA LA ENSEÑANZA APRENDIZAJE…..

  2. Interesante. En realidad la enseñanza virtual por ahora cubre una necesidad inmediata. Es una especie de capacitacion virtual ya que en la educacion intervienen otras variables que van mas alla del contenido. Un tema que nos llama a la reflexion. Gracias

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