La enseñanza virtual ha intensificado el uso de recursos tecnológicos que ya se daban en la enseñanza de idiomas desde antes de la pandemia. Dichos recursos permiten que los aprendientes de una lengua extranjera tengan una exposición más efectiva al nuevo idioma. Pero ¿en qué reside esta efectividad?
Hasta antes de la irrupción masiva de la tecnología en la enseñanza de idiomas, la práctica común era que los alumnos tuvieran como “input” o exposición al idioma, textos orales o escritos provenientes de los libros de texto. De esta manera, el alumno experimentaba el idioma objetivo a través de textos orales como audios de conversaciones o textos escritos propios de actividades de comprensión de lectura. Tanto los textos orales como los escritos son ilustrados, en la mayoría de las veces, con fotografías, dibujos e incluso vídeos de alta calidad. Sin lugar a dudas, los libros de texto ofrecen una ventaja importante: los aprendientes de una lengua extranjera experimentan el idioma con textos graduados de acuerdo a su nivel de competencia alcanzado en dicha lengua.
Sin embargo, a pesar de todo lo atractivo y creativo que pueden ser los libros de texto para exponer a los aprendientes al nuevo idioma, tienen un fuerte competidor que lima ese atractivo: el mundo real. Como “mundo real” nos referimos a toda exposición al idioma proveniente de materiales auténticos encontrados fuera del libro de texto ya sea en películas, conversaciones, videos instructivos en YouTube, blogs, etc.
El impacto que produce en el aprendiente la exposición a un material auténtico es muy similar a la que se experimenta al viajar al país donde se hable la lengua objetivo y se recibe un flujo continuo de input tanto oral como escrito. De hecho, es una experiencia común que lo adquirido en interacciones con hablantes nativos o pasivas como lecturas de instrucciones o avisos realizados en un viaje es adquirido rápidamente por el aprendiente. Cabe resaltar que aquellas nuevas palabras, frases, formas de pronunciar o patrones de entonación, que provinieron de una exposición auténtica al idioma, lejos de las barreras del aula y del libro de texto, no se olvidan con facilidad.
La tecnología le permite al docente “traer” ese mundo real a clase y lograr que los alumnos experimente el nuevo idioma, aunque sea en actividades de corta duración, como si estuvieran a miles de kilómetros del aula. Sin duda alguna, los libros de texto siempre son y serán de gran ayuda para el aprendizaje de la gramática, vocabulario y desarrollo de habilidades, pero es necesario exponer a los aprendientes de manera continua a un “input” genuino y por ende no graduado.
Sin embargo, a pesar de que los docentes de idiomas pueden encontrar un sin número de materiales auténticos en la Internet, su incorporación en el trabajo de clase es aun restringido manteniéndose, casi de forma exclusiva, la práctica con textos presentados en los libros. Una probable explicación para el bajo uso de materiales auténticos es el deseo del docente de evitar que sus alumnos sean expuestos a textos de un mayor grado de dificultad lingüística y produzca en ellos desánimo y frustración. Lamentablemente como docentes tendemos a proteger a nuestros alumnos de estos posibles sentimientos sin considerar que cuando ellos, en su momento, se enfrenten al idioma ya sea en su futura vida profesional, académica o social, y no puedan comunicarse como ellos quisieran, considerarán, muy probablemente, que perdieron el tiempo en cursos, que ellos no pueden con el idioma y hasta que no les enseñamos bien; frustración difícil de superar.
Aquí algunas estrategias para el trabajo con materiales auténticos y que harán que nuestros alumnos disfruten de esta experiencia:
- Seleccione para el trabajo en clase (ya sea en la modalidad virtual o presencial) audios cortos que no excedan los 5 minutos de duración extraídos de películas o series de televisión conocidos por sus alumnos y que gocen de su popularidad.
- Verifique que el audio seleccionado contenga frases o expresiones que les llame la atención y despierte su interés en el lenguaje coloquial. Importante: ¡no las enseñe antes de exponerlos al vídeo! Verá como sus alumnos las van a captar y deducirán su significado. No olvidemos que muchos de nuestros alumnos, entusiasmados, suelen comentarnos sobre expresión que aprendieron en una película o en la televisión.
- No adapte ni trate de manipular el texto ya sea oral o escrito. Gradúe mas bien lo que harán sus alumnos con ellos. El éxito de la actividad está en definir la información que los alumnos deberán obtener del texto. Por ejemplo, una actividad de comprensión auditiva basada en la escucha de una publicidad por Internet para la venta de un automóvil, podría usarse incluso con alumnos de nivel Básico, si es que la tarea a realizarse se mantiene simple como podría ser captar algunas características tales como color, modelo y precio del vehículo publicitado.
- Dé instrucciones que les enseñe a sus alumnos a enfrentarse a textos no graduados como las siguientes:
- No trate de entender todo ni mucho menos palabra por palabra de la que escuchará.
- Active el conocimiento con el que ya cuenta. Así en el ejemplo de la publicidad mencionado anteriormente, el alumno activaría lo que ya sabe de este tipo de publicidad, de cómo empieza, el tipo de expresiones que se usa, las imágenes empleadas, etc. Activar ese conocimiento y mantener una escucha activa es efectivo y le facilitará su comprensión.
- Cuando se pierda en el texto, infiera por el contexto.
- Concéntrese en las palabras clave.
- Preste atención a las palabras o frases que son dichas con un mayor volumen de voz por parte del hablante.
- Y lo más importante: a cada escucha o lectura de un material auténtico: una tarea. De esta manera, la primera escucha o lectura podría ser para obtener información general, la segunda escucha o lectura para obtener información específica y la tercera para detectar frases, expresiones o la manera de que una palabra es pronunciada. Evitemos siempre repeticiones de escucha o de lectura para el logro de una única tarea. Esto no solo cansa a los alumnos sino los desmotiva, problema que se evita cuando cada escucha o lectura de un texto auténtico demandada una tarea diferente.
Hoy en día la exposición a textos auténticos está a un “clic”. Así como los viajes por negocios pasarán pronto al recuerdo al ser reemplazados por las conferencias y reuniones en línea, evitando el gasto y cansancio propio de los viajes por trabajo, la enseñanza de idiomas está siendo enriquecida con el acceso en tiempo real a materiales auténticos. Como docentes debemos hacer posible que nuestro trabajo en aula, ya sea presencial o virtual, les permita a los alumnos “viajar” y disfrutar de poder entender y comunicarse en otro idioma, experiencia que no se olvida.
Acabo de tener culminar una clase y pude aplicar una de las maravillosas estrategias que usted ha mostrado profesora. Usé un extracto de una serie conocida en Netflix la cual mi alumna había visto ciertamente y en vez de pedirle que entienda lo que pueda, solo le pedí que se concentrara en mis preguntas específicas como reconocer que ropa estaban llevando puestas los personajes, forzándola a usar el present continuous.
Definitivamente el usar materiales reales acerca a los alumnos más a sus objetivos, el usar el idioma no solo para fines académicoso de negocios como en el caso de mis estudiantes, sino también para todo ámbito de sus vidas, lo cual crea un sentimiento de confianza en las habilidades aprendidas en clases.
Seguiré atenta a sus entries en su marivolloso blog profesora Marita.
Comments are closed.