Inicia un nuevo año y con él la toma de decisiones tales como elegir al coordinador de idiomas. En las instituciones educativas, la figura del coordinador es sumamente importante, aunque muchas veces el rol que estas personas adoptan no siempre está del todo bien definido, o la persona seleccionada no llega a explotar todo su potencial. En el presente artículo, se desarrolla una breve reflexión sobre el papel ideal del coordinador de idiomas.
En primer lugar, es importante rechazar la idea que desvirtúa la labor del coordinador de idiomas. Desafortunadamente, muchas veces se confunden las responsabilidades de coordinar la enseñanza de idiomas y esta labor se restringe a un trabajo netamente administrativo, de recepción de documentos o designación de aulas. Enfocarse sólo en este tipo de tareas desmerece su labor y no le da la importancia que amerita. Por el contrario, el involucramiento del coordinador debe ser mucho mayor y debe orientarse, más bien, a convertirse en un acompañante pedagógico.
En términos generales, el coordinador de idiomas debe tener un excelente nivel de suficiencia en la lengua, un importante manejo metodológico y poseer características básicas de líder. El coordinador debe afianzar su conocimiento de la lengua extranjera y su didáctica, para así determinar el nivel de dominio idiomático y metodológico de su plana docente, además de saber determinar el nivel de los estudiantes y crear, junto con la institución, objetivos reales respecto al nivel que desean alcanzar. Con este conocimiento, estará en capacidad de aconsejar a sus docentes sobre las mejores estrategias para abordar las diversas situaciones que se presentan en el aula. De igual manera, este conocimiento le permitirá realizar una mejor distribución de las clases, de modo que los docentes sean asignados a grupos con los que puedan explotar sus características del modo más efectivo.
En cuanto al aspecto pedagógico, el coordinador debe velar por el acompañamiento metodológico de los docentes de su área. Un coordinador de idiomas es un especialista pedagógico que conoce, analiza, evalúa, propone y gesta cambios en favor del aprendizaje de los estudiantes a través de la mejora de la enseñanza de los docentes a su cargo. Para esto es vital que el coordinador conozca las fortalezas de su equipo de trabajo. Esto no se da únicamente a través de observaciones de sesiones de aprendizajes sino también a través de capacitaciones que permiten conocer los conocimientos teóricos y herramientas prácticas con las que sus colegas cuentan.
Otro punto importante de mencionar es el referido a las horas de exclusividad dedicadas a este puesto. Como docente de idiomas, el coordinador debe tener como mínimo un aula que le permita estar involucrado siempre en la labor pedagógica. Un coordinador que se aleje de esta práctica estará condenado a desconocer de primera mano las necesidades educativas reales que las nuevas generaciones presentan. Asimismo, el coordinador debe velar porque sus docentes tengan, dentro de su horario de jornada laboral, espacios para reunirse como área, espacios de reflexión, propuestas de acción y evaluación de lo puesto en marcha.
Asimismo, este rol de acompañamiento puede mejorar las características del trabajo en equipo que vemos en las instituciones. Por ejemplo, los coordinadores pueden liderar proyectos que involucren a todo su equipo, lo que motivará que se genere un espacio para que los docentes dialoguen sobre cómo lo llevan a cabo. Estos espacios también pueden suscitarse para que éstos puedan exponer inquietudes que requieran consenso o el consejo de un especialista, o que necesiten del coordinador como un intermediario entre los profesores y las autoridades.
Finalmente, hay una característica que todo líder debe desarrollar: crear un ambiente de confianza con su equipo de trabajo. Esto permitirá que sus docentes no sólo expongan situaciones particulares que demanden soluciones inmediatas sino también que ellos propongan alternativas de cambio que impliquen mejoras metodológicas.
Está claro que un perfil de estas características tendrá que desarrollar un trabajo sumamente exigente y valioso. Por ello, está de más afirmar que estos profesionales deben ser compensados de manera justa por su labor, para que se sientan motivados a crecer profesionalmente y seguir brindando su experiencia y pericia en favor de su equipo docente.