El acoso escolar o bullying es una situación que antes de la pandemia ya perturbaba a muchos estudiantes y no ha dejado de hacerlo con la llegada de la virtualidad. En este tiempo de preparación y planificación del año escolar, es fundamental que reflexionemos sobre la manera de abordar esta situación.
Debemos recordar que el acoso escolar ha ido cambiando sus formas. En los últimos años, WhatsApp y las redes sociales han servido como vehículos para esparcir mensajes denigrantes o deepfakes, con la intención de agraviar a algunos estudiantes. Estos espacios virtuales son, por lo general, inaccesibles para los docentes; esto hace crucial implementar estrategias para prevenir este tipo de acontecimientos.
Conocer a los estudiantes
En primer lugar, es muy importante llegar a conocer a nuestros estudiantes. Si existe un profesor que conoce al grupo que se nos ha encomendado, solicitarle que nos ayude a identificar a los líderes positivos y negativos, así como los estudiantes que manifiesten vulnerabilidades (por ejemplo, estudiantes con problemas de aprendizaje, bajo rendimiento o que ya han enfrentado acoso), así como incidencias durante las sesiones virtuales, que no son ajenas a los ataques. De no haber quién nos proporcione referencias, deberíamos invertir las primeras semanas de clase proponiendo actividades que fomenten una autoexploración y que brinden detalles sobre las particularidades de cada estudiante. En los cursos de lenguas extranjeras, podrían ser la redacción de una autobiografía o carta, la creación de un video de presentación o alguna alternativa creativa que nos permita acceder a la realidad de los alumnos.
Abordar los problemas en equipo
Para que la prevención sea efectiva, se debe dar una condición sumamente importante: el trabajo articulado. Los docentes de diferentes áreas y grupos deben trabajar de manera coordinada con los tutores en la identificación de los estudiantes y el análisis de conductas pasadas que puedan ser signos de que existen problemas de ciberacoso escolar. El docente de idiomas no debe quedar excluido de dicho diálogo, puesto que, debido a la naturaleza comunicativa del curso, puede recoger evidencias de interacciones que ponen en riesgo la armonía del grupo y que podrían quedar enmascaradas en el uso de una lengua extranjera.
Fomentar la reflexión en el aula
Una de las grandes ventajas de los cursos de lenguas extranjeras es que, gracias a su enfoque comunicativo-social, nos permiten abordar diferentes temas. Esto, con una adecuada preparación, puede llevarse a cabo mediante tareas acordes al nivel de suficiencia de los estudiantes. Algunas actividades que pueden contribuir a generar conciencia sobre el cyberbullying (o acoso por medio del internet) son:
- Lectura adaptada sobre un caso de acoso cibernético.
- En equipos, dar consejos a un estudiante que atraviesa esta situación.
- Encontrar datos sobre este tipo de acoso en el Perú y compararlos con información de otros países.
- Crear un podcast (*) en donde los alumnos simulen una entrevista con un experto en el tema.
Con todo, puede que existan situaciones de acoso cibernético durante una sesión virtual. Por ejemplo, cuando se dan críticas sobre la pronunciación de un alumno, es importante que el docente recalque que es inadmisible burlarse de los errores de un estudiante o de su manera de pronunciar, pues todos se encuentran inmersos en el proceso de aprendizaje. En el caso específico de los cursos de lenguas, debemos entender que utilizar un instrumento de comunicación que no dominamos puede causar considerable ansiedad y estrés; por ello, debemos poner en claro que la sesión es un espacio seguro para experimentar, e incluso para errar, con el fin de reducir la posible ansiedad ante la lengua extranjera.
El docente debe mantener un registro de cualquier incidencia que pudiera ser un indicio de acoso, además de actuar con calma, y a la vez con firmeza de darse el caso, e informar a los tutores y profesores del aula en cuestión.
Como conclusión, debemos recalcar que la prevención es lo más importante cuando hablamos de acoso cibernético. Las medidas deben estar orientadas a la formación de estudiantes que sean buenos ciudadanos digitales y personas que respetan a sus pares en todo momento.
(*) archivo de audio, similar a una emisión radial, que puede ser descargada y escuchada en una computadora o teléfono celular.
Compartimos nuestras experiencias
¿Nuestros estudiantes han afrontado situaciones de acoso cibernético? ¿Cómo hemos actuado frente a ellas?